Joan Brossa dice: “La poesía visual no es un dibujo ni una pintura, es un servicio a la comunicación”, una vez más desarrollamos este concepto y trabajamos con el ideario de Joan Brossa y de Chema Madoz, para hacer un nuevo taller de Fotopoemas, en la Biblioteca de Gironella, dentro del Festival de poesia Vil·la de Gironella, con un buen grupo de participantes.
La poesía visual es una expresión artística básicamente iconográfica y experimental. Proponemos a las personas participantes hacer poesía visual como un ejercicio de búsqueda conceptual y formal de los objetos, con sus dispositivos móviles, habiendo visto el trabajo de los dos artistas como fuente de reflexión e inspiración.
Brossa, como poeta, dramaturgo y artista plástico, denominaba «poesía» a todo lo que hacía. Podríamos convenir que todo su universo creativo se agrupa alrededor de tres ejes esenciales, presentes en toda la producción brossiana: la poesía, la acción y la visión. Todas se entrecruzan de manera que cada una está imbuída de las otras y las etiquetas (poesía literaria, poesía escénica o poesía visual) son simplemente una cuestión de nombres.
Madoz, con su obra cercana a la poesía visual, muestra una inclinación constante a lo simbólico, mediante imágenes caracterizadas por un sutil juego de paradojas y metáforas, con las quales crea un mundo propio, imaginativo y reflexivo. A través de sus creaciones, a menudo impregnadas de una delicada ironía, Madoz cuestiona la realidad e invita a la observación y la reflexión, a descubrir la poesía escondida en los objetos más comunes sometiéndolos a ligeras transformaciones y alterando su función, contexto y uso habituales.
Ambos han sido referencias para experimentar la creación de fotopoesía, podéis ver algunas imágenes de las personas participantes.